'Lady in the Water' (2006) de M. Night Shyamalan; Para Ver Esta Película Sólo Tienes que Creer…
Recuerdo haber leído severas críticas en contra de la última entrega de M. Night Shyamalan, ‘Lady in the Water’, tantas que por un momento llegué a creer que todo eso era cierto. En todas las revistas y los diarios decía más o menos lo mismo: "desde ‘Signs’ del 2002 que este realizador ha estado haciendo pura basura". De todas formas yo siempre disentí de las opiniones generales. ‘Signs’ provocó mucho en mí, porque hablar de ovnis –temática popular (¿?) que me fascina- en una mega producción no es tarea fácil, y más todavía si se cuenta con la actuación de estrellas que aparecen en pelis taquilla –o en esta ocasión, las dirigen también- como lo es Mel Gibson. Por otra parte, ‘The Village’ pudo ser mucho mejor de lo que se planteó en un principio, sin embargo, no por eso deja de ser una entretenida historia digna de narrar, que si bien es cierto que su resultado es inferior en comparación a la anterior, se disfruta de igual forma.
La cosa es simple. Esto de que si Shyamalan va de mal en peor o todavía sigue haciendo buenas películas es sólo cuestión de subjetividad. Resulta casi imposible ser objetivo frente a cintas tan controversiales como las que comprenden su filmografía.
De lo que estoy seguro es que nadie puede negar la capacidad de narrar historias casi imposibles de configurar que tiene este director de sangre indo americana. Una mente brillante para idealizar personajes pequeños e incursionar en senderos cargados de pura fantasía sin despegar un pié de la urbanización contemporánea y la cotidianeidad.
En esta ocasión vuelve a hacer lo mismo, pero a mi parecer, con más vivacidad, entusiasmo y color. ‘Lady in the Water’ se trata de una hermosa joven llamada Story, que inesperadamente aparece en la piscina de un condominio, asegurando ser una ninfa o narf proveniente del mundo azul; interpretada por la hija de Ron Howard, la bella Bryce Dallas Howard. El encargado en terreno del departamento, un tipo llamado Cleveland Heep (Paul Giamatti) la descubre, y comienza investigar sobre ella, descifrando los motivos que la traen al “mundo terrestre”. Y es así como descubre que Story sale a la superficie con la misión de lograr una perfecta armonía entre el mundo del hombre y el mundo azul, la cual dejó de existir hace miles de años por culpa del mismo ser humano: “que no sabe escuchar”. Es por esto que el cometido de esta extraña visitante náutica en tierra firme es contactarse con Vick Ran (interpretado por el mismo Shyamalan), para que de alguna forma ilumine su inspiración y finalice el libro que, según Story, cambiará el rumbo de la sociedad y lo guiará a la paz, tanto en los habitantes del mundo de los hombres entre sí, como en la valiosa relación que alguna vez hubo entre ellos y los nativos de las profundidades marinas.
Pero las cosas no son tan fáciles como parecen. Existen también los “Scrunts”, que son unos lobos gigantes con el pelaje de pasto, que perfectamente pueden esconderse en cualquier parte del herbaje. Según la leyenda, estos lobos de aterrador aspecto impedirán a como de lugar que las ninfas cumplan su misión.
A grandes rasgos, todas las interpretaciones escasean de defectos o falencias –quizás un poco el papel de Vick Ran, pero entre tanto punto a analizar pasa un tanto desapercibido-. Por el contrario, Paul Giamatti realiza una fidedigna actuación que aporta al film más de lo que a simple vista parece. Sin Giamatti la cosa hubiese sido muy distinta. La propia historia hubiese tomado un rumbo sumamente inexistente y todas las envolturas que poseen los pies puestos sobre la tierra se hubiesen elevado tanto, al punto de perder verosimilitud en la narrativa.
Pero son los ojos de Bryce Dallas Howard los que se roban la película. Sí, esa mirada… que con sólo unos segundos en cámara revela una tierna incertidumbre bañada en una honesta inocencia, similar a la de una pequeña de 5 años que teme ver más allá.
En todo caso hay que admitir que la cinta no es perfecta. Pues puede ser que de una historia corta, Shyamalan haya expandido innecesariamente el metraje hasta alcanzar lo oficialmente estimado como largometraje, ya que sin ningún problema ‘Lady in the Water’ pudiese haber sido contada en menos tiempo. Pero… vamos, esta es la historia que Shyamalan le contaba a su pequeña antes de dormir, es decir, estamos hablando más de una satisfacción personal que de un “Blockbuster”.
Cabe destacar además la excelente música original que el maestro James Newton Howard contribuye al trabajo fílmico, un exquisito banquete de adecuadas melodías que NO podrían adaptarse mejor a las escenas.
Ahora entiendo porqué la voz popular odia las cintas de este admirable director. La mayoría recalca con fastidio la transformación del cine de Shyamalan, que cada vez se está volviendo más fantástico, a tal punto que llega a parecer absurdo. Lo que pasa es que en este mundo hace falta magia, eso es todo. Pasa lo mismo con las películas animadas, las impresiones al verlas son aceptadas, pero de alguna forma menoscabadas por ser precisamente creación computarizada y obviamente ficticia. Pero detrás de esto hay cierto grado de realidad que se maquilla y no a propósito para difundir un mensaje claro y que casi siempre se pasa por alto. ‘Lady in the Water’ es lo mismo señores, debes creer en lo que don Shyamalan relata, es más que ficción, todo está basado en los macro problemas que invaden esta humanidad; es lo mismo que dice Bono de U2 pero según mi criterio con más pasión. ¿Te habías dado cuenta?
1 comentario:
Opino lo mismo que tú. Buena crítiica, sigue así con el blog.chau
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